miércoles, 27 de octubre de 2010

DE LAS TANTAS CARTAS

19-10-2010
Prosas presas en su verde mirada

Ayer que la vi, me pareció un portentoso poema difícil de interpretar para un crítico experimentado.
Qué poema, qué imagen, qué palabras con los adjetivos necesarios para embellecer los versos.
Yo no soy crítico, pero no hace falta serlo, para mí, un poema debe ser un conjunto de asombro; placentero al leerlo al observarlo y releerlo.
¿Que por que le escribo cartas? francamente no quiero escribirle a alguien más que no sea usted por una extravagante razón, por el misticismo hablando del lado literario –musa- lo cual no pretendo desarrollar en esta carta, cosa que será tratado con absolutismo quizás en otra carta.
Pasando a otro tema –aunque me desagrade un poco, ya que rompe este introductorio-
¿Recuerda las tres primeras cartas que le entregué en la papelería? Bueno aunque se desconcierte con lo que le pido ahora, me gustaría mucho que siguiera mi petición, quiero que rompa esas cartas, por que están mal redactadas, absolutamente falto de coherencia, de técnica, de limpieza, quizás salieron así ya que era tanto el deseo de entregarle algunas palabras, la rapidez me desconcertó y escribí de ese modo. Le pido eso por que he trabajado en esas cartas y quisiera entregarle las versiones finales como debieron ser escritas desde el inicio, claro está no siempre sale bien algo a la primera intención -me gustaría que cumpliera con lo que le pido…por favor- ya después le entregaré las corregidas por que esas cartas finalmente son para usted, son suyas.
Con esto del retiro de una semana, créame que la pensaré, la extrañaré, y quizás escapen repentinamente algunas palabras a sus ojos, ya que su imagen de alguna manera estará tan distante de mi memoria.
Me complace tenerla como mi querida lectora extranjera, como una lectora a distancia.

Me despido de Usted, de Usted se despide Juven

viernes, 15 de octubre de 2010

DESICIÓN FALLIDA

Estaba cansada de existir, decía sentirse muerta en vida. Para terminar con su desdicha, empuñó un cuchillo y lo clavó en su corazón. Siguió decepcionada de la vida.

miércoles, 13 de octubre de 2010

CARTA A MI LECTORA EXTRANJERA

Prosas Presas en su verde mirada
Ay, este cielo, esta tierra, este aire, este usted, caben en un solo lugar: en mis ojos.
Hace rato ladraba mucho un perro que estaba amarrado, no hice caso a su grito, rato después me asomé y vi que frente a sus ojos una pareja de perros hacían el amor, le hacían el amor al enfadado perro encadenado. Sus ladridos no sé que dirían, desconozco el lenguaje de muchas cosas, pero supongo que no estamos lejos de los sentimientos, de las sensaciones de otros seres vivos, y entonces interpreté a través de sus movimientos y del afán por librarse, que buscaba la libertad, no para evitar a esos ineptos desconocedores del amor, sino para matar un amor que nunca debió de atravesarse en sus colmillos. Usted jamás se atravesó, yo fui el atravesado en sus ojos
Descuide, mi amor no es una fiera, es tan humanamente y sencillo que jamás será cazado por unos colmillos
(escrito un dos de octubre -no se olvida-)

lunes, 11 de octubre de 2010

BAILAR

Recuerdo que en una ocasión con un amigo-en un lugar de chupes- una chica ya entrada en la cerveza que apenas sus ojos equilibraban sus pasos, se nos acercó y pidió que bailaramos con ella, vaya petición la suya, de entrada nos negamos y para solucionar dicho rechazo deicidimos invitarle otras chelas ella se negó y nos agarró de las manos, jalandonos hacia el centro junto con la multitud no nos quedó más que seguirla, aún en el lugar de baile, le volvimos a hacer la invitación de otras caguamas; ella se mantuvo en silencio y se movía como un remolino tirando todo a su paso, en este caso todo a su alrededor. Mi amigo como dice -tiene dos pies izquierdos- trató de romper esa teoría, total imposible, en mi caso sucedíó lo mismo, parecáimos unos espantapájaros movidos por el viento, finalmente la chica se desesperó y nos mandó a la goma. Váyanse a la goma, no saben bailar...
Bailar implica en cierta medida, una pasión, un equilibrio, una necesidad, una tradición, yo no bailo, jamás acostumbré a bailar, tarareo la canción y muevo la punta de mis dedos (pies y manos) sólo de ese modo bailo.
Hace rato estaba barriendo, en un momento de atención a lo que hacía, me di cuenta que el barrer asemeja mucho a bailar, en este caso llevo la ventaja a mi pareja, ella se mueve para donde yo quiero, hace giros de un lado a otro, y no me tengo que preocupar por quedarle mal, tampoco en irrumpir en una plática absurda: La magia del baile consiste en el silencio y en oír nuestros pasos -nada paradójico- en ese atrevimiento del palpar los ojos, las manos, la pista.
¿Hay algo más íntimo que bailar frente a los ojos de los transeúntes sin que éstos se den cuenta de la actividad bailable? por que cuando estamos en una clase de danza la pena nos detiene, o los domingos que por estar de mirones en el kiosco a los viejitos que aflojan sus músculos con el danzón nos invitan a bailar a su ritmo.
Yo no digo que bailo, o que con mi pareja escoba he aprendido a bailar, sino que cada quien baila de diferentes modos -bailan los ojos, bailan con dos pies izquierdos, bailan solamente borrachos, bailan cuando oyen una música de su agrado etc-

sábado, 9 de octubre de 2010

DEVOTO

A mi bella lectora

Hay veces en que creo en Dios. Que siento la inmortalidad y apuesto a todo mi vida.

PASA-TIEMPO

Vaya jamás lo hubiese imaginado, tú, sometida por tu ahora esposo que en tiempo de secundaria era sólo tu novio o tu hermano como solías llamarle cuando yo te veía con él -los cuernos nunca los sentí- y por supuesto los celos en algún momento me alteraron; pero eran terrenos desconocidos para mí, así que igual y jamás le di demasiada importancia
Y ¿que pasó? si tu eras entonces una mujer de mando, una mujer que gobernaba en el diálogo, en el amor. En aquel entonces eras la niña que me amenazaba en enseñarle los calzones a otros sino te ponía atención, pero claro, jamás llevaste a cabo tu chantaje, pues siempre te puse atención.
Nada es para siempre y el tiempo puso punto final a nuestra intento amoroso infantil. Ahora te hallo toda una señora ya con dos niños y me dices que tu esposo se enoja si te ve platicando con alguien, debo decir que me causa un tanto de asombro y quizás risa el hecho de que te sientas encarcelada, manipulada.
¿Te arrepientes?, pues no lo hagas, él era el amor de tu muerte, o sea tu amor para siempre.
Pasó el tiempo y la vida te dio esposo y éste, hijos, pero ese esposo ya no te da amor ¿y cres que yo podría darte algo? en efecto, podría darte igual otros dos hijos. Más, soy irresponsable, torpe, necio, sucio, y sobre todo, libre; al grado de extraviarme a veces.

jueves, 7 de octubre de 2010

UN BICHO, UNA SOMBRA

Hay un bicho inmóvil en la alfombra de mi sala. Se ha detenido en el centro, un lugar que ofrece varias alternativas. No me parece que esté muerto sin embargo su postura estática me incita fuertemente a pensar en eso. Tiene dos antenitas cortas y no alcanzo a ver sus ojos, sus patas son flacas; apenas se logra definir su silueta. Se ha detenido exactamente bajo la sombra de mi silla y al parecer existe una distancia de cuarenta centímetros entre los dos. Ya han pasado cinco minutos, alrededor no hay nada que provoque ruido, sólo el clic, clic del reloj. La paciencia no es mi vocación y tomo la iniciativa de moverme, de mover un pie, pero al parecer al bicho no le agrada la idea y se mueve con tal rapidez al compás de mi movimiento y justo cuando mi pie vuelve a aterrizar en la alfombra el bicho se detiene, no me queda otra opción que mover el otro pie para equilibrar mi cuerpo. Eso descarta la idea de su muerte.
Son las doce de la noche, y no me queda más que despedirme con un brusco movimiento de todo mi cuerpo al pararme de la silla; el animal hace lo propio como si fuese mi sombra, mi otra máscara, parece una pesadilla. Me consuela saber que es una realidad, que me iré a dormir y no pensarme el personaje de Kafka.

sábado, 2 de octubre de 2010

PROSAS PRESAS EN USTED

Señorita Rosario cuando pronuncié su nombre, un himno religioso detúvose en mi boca. Olvidé este mundo y su bella delincuencia tan organizada para nuestra muerte ¡qué mucho necesito para sentirme feliz, no ya su nombre sino un gran minuto de su persona.
En esta/s prosas quizás débiles literariamente, eternizaré los días a su lado: Cines, comidas, cafés y un tanto de actividades únicas usuales: parques, caminatas, agua de coco y etc. de satisfacciones.
Nuestras sombras se mantienen juntas a la distancia y este cielo se desviste de sus nubes para mirarnos a ambos

Juven