viernes, 6 de mayo de 2011

UNO Y UNA

Cuando una despierta y enciende el televisor y lo primero que oye es: Aprehenden a Bin Laden en Tabasco" no se sobresalta, sabe que todos tenemos un doble "yo" y que la muerte, la delincuencia, el terrorismo y grandes personajes se van duplicando cada mañana. Pero fuera de eso, una llora por todas las cosas malas que pasan en el mundo, apareció un cachorro atropellado, una gata no puede bajarse de un arbol, estoy engordando "estoy hecha una marrana" -sin embargo los cerdos no se desaniman por la analogía-"qué flaca" parezco una lanza torcida; tendré que ir con mi psiquiatra ¡qué tragedia! ¡Dios mío!. Sí, dios tuyo.

Uno permanece tranquilo frente a la tragedia de una, uno conoce los límites de la tristeza -la muerte- pero no, uno no puede andar pensando en esas cosas, porque la vida existe.

Uno ve pasar los coches, escucha el grito de los cláxones y no hay necesidad de cuestionarse, la vida así pasa en la ciudad, y uno lo sabe. Conocemos a través de una o de uno que la ciudad presenta cada mañana nueva mascarilla terrorifica.