domingo, 12 de julio de 2009

HUÉSPED

(Mi querida lectora extranjera)

Mis ojos nuevamente
quieren leer tu rostro
y suicidar mis palabras
en tus minúsculos oídos.


En mi lenguaje, asoman raíces del corazón
que van a tu verde mirada a retoñar.

Tu cálido cuerpo
me dejó un vacío en llamas.

Huésped extraña y bella
ayer te estuve dibujando
en las horas elegantes de la luna
te hallé en una temporada negra
y te conozco como a un secreto
como a la muerte por suposiciones

Mi vida es una morada transitoria
y tiene fin a la orilla de tu amor.

En un parque adornado de novios
yo empuño tu belleza, niña
porque de privilegios gozo
y de realidades sufro.