sábado, 28 de agosto de 2010

DISTANCIA

Hay una distancia de 15 años entre tu y yo.
Te imagino con tu estatura de un metro, tus dos trencitas que mamá te tejía, y tus pestañas doradas que brillaban mejor que el sol entre cortinillas amarillas y oro.
Supongo que no te has olvidado de mí, como yo tampoco lo he hecho. Sospecho has de estar más bonita que cuando niña y debido a tu excelsa belleza algún fulano habrá manipulado tu corazón suave y tu no te habrás negado (acto que me deprime)
O pudo haber sucedido otra cosa aún peor o mejor, que te divorciaste, porque ese fulano era un borracho impertinente y expulsaba de su hocico apestosas palabras sucias hacia tu persona. O llevándome al extremo mi capacidad imaginadora puede que te hayas muerto, que triste que no haya asistido a tu funeral y aventarte rosas rojas o blancas o descoloridas para después gritarte esas palabras que siempre te decía cuando terminabamos de jugar a los novios y marchabas a tu casa "No te vayas, aún no nos casamos por la iglesia". No lo sé querida Pipa, y sin embargo presiento muchas cosas, hay veces en que te extraño demasiado entre esta ciudad de ruidos, porque nosotros éramos solo nosotros, porque tu risa era el único ruido entre ambos.
Esta distancia ha sido larga, vienen las vacaciones y llegan los encuentros, pero en nada me consuela eso, porque puede que ya no me reconozcas, o tristemente te hayas mudado de casa o de lugar.
Yo vuelvo a jugar contigo en el recuerdo estés o ya no estés y en esa relación de noviecitos te soy fiel como cuando antes, aunque a estas alturas mis manos y labios se entrelacen con otras manos y otro cuerpo.

martes, 3 de agosto de 2010

WASHUSHESES

¡AY!!!!!. Washushi,
que elegante palabra esculpió tu boca
como el viento al sonido
Washushuita, Washushese, Washushi
¿alguna ves hemos divagado en ello?
tu amas a tu Gachupín de las rimas y leyendas
y yo amo a las musas Gachupinescas.
Mi querida Washushita.
Yo pienso en ti a veces cuando leo a tu amante
y el rio de mi alegría despierta a los perros
a los grillos a Grillo
y vuelan por todos lados Washushes y Washushitas
como luciernagas ciegas
y entre los árboles muere
mi cuchitril, mi Washushi.