sábado, 25 de febrero de 2012

IGNOMINIA

Hablar, dejar resbalar las palabras sobre la lengua con máscaras de verosimilitud, decir que ahora sí, que es necesario cumplir, exponer con gestos para reforzar la palabra antes de la acción. Mentir en cierto modo, mostrarse indiferente ante el pasado y creer con cierta sabiduría en el presente y el futuro no se diga, mejor, ni se piense. Hablar con soltura sin parpadeo, exponer la capacidad humana frente a ese "otro" ese que extiende las manos para obsequiarte "tu dinero" y dar las gracias. Ahora sí, jefe, ahora sí cumpliré más, le echaré mas ganas al trabajo, ¿debido a qué? debido a que ayer vi un programa de "emprendedores" entonces me sentí identificado, sentí cierta motivación, no sé, pero me siento como un hombre nuevo, renovado, entonces entiendo que no he dado todo de mí, por eso, jefe, le digo que desde ahora, le echaré más ganas al trabajo. Hablar antes del acto, exponer emociones olvidando la situación del momento. Hablamos con cierta inconciencia quizá con la intención de que el otro ceda. Y así intintivamente construimos la ignominia de nuestra persona.

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