domingo, 8 de enero de 2012

TRASPLANTE DE EMOCIÓN

Un corazón es una riqueza que no se vende ni se compra,

pero que se regala.

Gustave Flaubert

Es una lástima o tal vez ventaja el no poder mantener mi corazón en una sola balanza.

Las emociones del cuerpo humano asemejan a un laberinto. Extraviamos la alegría, la dicha, el orgullo, la tristeza, la melancolía por un momento y nuevamente en cuestión inexplicable la recuperamos.

Últimamente padezco de la soledad, pero no aquella que Sergio Gonzáles Marrero describe como "la propia nomenclatura, soledad", sino la causada por uno mismo, ese aislamiento interno adosado al silencio, . No deseo respirar, tampoco comer porque implica mover los músculos faciales y no estoy con ganas de realizarlo. Dirigirse a alguien implica zarandear los pies y me cuesta mucho trabajar en esa acción, entonces se me viene a la mente una frase del poeta Mario Benedetti “y olvido casi siempre que el suicidio es gratuito” a propósito de no sé porqué surge esta idea o porque me agrada en absoluto este verso al instante. El latido de mi corazón en ocasiones se duplica cuando pienso a futuro en nuevo rostro, distintas manos, tono de voz singular, esa risa que Neruda llama “una espada fresca”. Para cada enfermedad existen remedios que otorgan la recuperación, la muerte es una sobredosis de lucidez. La depresión desgrana la vida no sé si sea una lástima o una ventaja el trasladar el corazón a otro cuerpo.

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