Una imágen suple todas mis ideas esta noche, y no es precisamente tu cabello lacio, negro y largo y tu voz sonora y pausada. Tampoco eres tú con tus pestañas curvas donde se mece una que otra mirada con ganas de arrebatarte de mis ojos, ni es tu cabello ondulado y quizás un poco mas largo que la primera vez que lo vi. Tampoco eres tú querida con tus ojos que son atravesados por un bosque y amada por mis brazos, por mi tiempo, por mis letras, por mí mismo. Ah tu no levantes suspiros, que no me inspiras ni una porción de odio, mucho menos un olvido, porque no hay razón.
¿Cres que eres tú, a quién nunca he mencionado? puede ser, pero si nunca te he mencionado, eso te descarta sin dolor.
Una imágen, total desconocida; suple mis ideas esta noche, y todas las piezas son fundamentales para una mente fría.
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