Hace algunos días unos judiciales me detuvieron en pleno trabajo, sí, en plena chamba. Iba a quitar unos fusibles y para hacerlo llevaba la herramienta necesaria: unas pinzas y un desarmador.
La gente siempre quiere saber en que trabaja uno. Pero a mí como me encabrona tener que contestarles, uno no siempre tiene ganas de hablar de la manera en que se gana la vida. Hay días buenos y días malos, como en todos lados.
Ese día el pinche pelón me sale con la mamada de que le da miedo unos pinches toquecitos por lo que tuve que hacerlo yo mismo cuando ¡Chingada madre¡ vi venir a unos judas, seguro de que empiezan a chingar.
-¿Adonde va con eso, joven?- y sin temor les respondí a lo que iba. -Voy a cambiar unos fusibles- Y entonces uno de ellos, el que se veía mas listo, dijo.
-Lo acompañamos- Y enseguida agregó. -Es que los delincuentes abren las casas así últimamente y hemos agarrado a muchos en pleno acto, por eso le preguntamos que a donde va con eso. Mientras frente a ellos cambiaba los fusibles, les comenté -algunos delincuentes son muy tontos, pero que bueno que estén por aquí haciendo su chamba,- una vez que terminé, los judas me dijeron que tuviera cuidado y se retiraron.
Mientras el pelón ya sin luz en la casa estaba apañándose todo lo que encontraba de valor.
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