martes, 16 de octubre de 2012

¿Evocación para qué?

El espíritu solo
Al conmoverse canta:
Cuando el amor lo agita poderoso
Tiembla, medita, se recoge y calla. 
José Asunción Silva
¿Y cómo habría de estar mi espíritu sino temblando? Pero el temblar es cuestión de segundos y exageradamente; minutos. Uno puede ser grosero con métodos muy sutiles: la inteligencia y la sabiduría.
¿Cómo habría de abordar una evocación maravillosa que después se transfiguró tormentosa? por supuesto que no con el silencio, o sólo mirar mirar y mirar y aceptar el "a continuación" la manera más precisa (para mí) es la de convencerse que uno tiene ya en su vida la bandera de la victoria y entonces dar cabida a las voces, las acciónes y no está por demás decir: La conduca camaleónica.

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