jueves, 12 de enero de 2012

DE UN POSIBLE TÍTULO

Salvador Dalí con esa ingeniosidad loca que poseía, escribió “Diario de un genio” porque a propósito, él desde niño había dicho que quería ser genio y entonces, lo fue. Como yo no poseo esa característica, aún, pues no podría trazar líneas de esa índole. Entonces mejor decido serme fiel a mí mismo y decir que escribiré un diario con un título poco sugerente como: “Diario de un ingenuo” o también pensaba en esta otra opción que se oye más egocéntrico “Diario de un ingenio” sin embargo no me la creería, es más accesible la primera que contrasta muy bien con mi persona ¿usted qué dice? o ¿prefiere acaso que la involucre en mis acontecimiento cotidianos? Porque entonces podría titularse “Diario junto a Nelly” como leerá, no es un gran título prometedor pero sí más delimitado y además, ahora que lo vuelvo a leer pues no suena mal, tiene un tinte literario, así como otras muchas obras que han generado buena aportación e los lectores actuales.

El título es lo más complicado a la hora de querer escribir cualquier tipo de obra. Cuando escribo un poema, es fácil para mí, porque el papel es un panorama abierto, un terreno baldío, entonces puedo acomodar palabras al azar siempre que sujeten una imagen y posteriormente irlos acomodando a donde les corresponda. Entonces uno se tarda semanas o meses si es que el poema lo requiere, en ocasiones he padecido la fortuna de terminarlos a la primera semana, eso siempre y cuando esté día y noche releyendo, acomodando, quitando, agregando, y finalmente leerlo en voz alta y por último agregarle a la palomita de aprobado o definitivamente agregar como victoria una tachita, no de esa tacha que usted piensa, sino la tacha, aquellas dos líneas que se entrecruzan una sobre otra.

Ahora en cuando al cuento, mejor prefiero no agregar palabras gloriosas a éste género, simplemente basta decir, que la narrativa es letra gigante, es poner a prueba una capacidad de acciones y aún no la domino. Como se dará cuenta, en esto soy un fraude, sin embargo me gusta leer cuento, pero no me enardece más que la poesía.

Al parecer la introducción de mi diario, se ha desviado, debí haber mencionado la uniformidad de mi vida, pero podemos variarle, en la literatura es posible eso.

Sé que usted posiblemente me preguntará sobre novela; ahí es donde mi respuesta expresará un poco de titubeo, porque si no domino un cuento, imagínese una novela de 500 páginas. Preferible pasar a otro punto.

Y el punto continuo es ¿qué titulo le agrada más? Después de estas pequeñas líneas, me ha seducido la tercera sugerencia que arriba le proponía, quizá porque suena más intimo, un diario debe ser íntimo, según, pero ¿acaso actualmente no leemos diarios de exitosos y fanfarrones escritores? Entonces el pacto queda exento, porque se viola esa primera regla del diario. Pero usted debe pensar bien las cosas, me debe decir argumentos mínimos pero seductores para emplear cualquiera de esos tres títulos. Antes de acomodar el punto final, ahora me viene a la mente otro título del escritor ruso Nicolái Gogol "Diario deun loco" debo confesar no la he leído, pero anteriormente la había escuchado, sin embargo yo no estoy loco, sostengo firmemente lo que dice nuestro pintor favorito y surrealista Dalí “la única diferencia entre un loco y yo es que yo no estoy loco”. Como se dará cuenta existen ciertos paralelismos de la literatura con la condición de uno.

Por el momento la obra introductoria acaba acá, creo que expongo bien como van mis pasos, usted juzgue, pues como enfermera de cabecera debe tener conocimientos de interpretación de toda índole sobre enfermedad emocional.

No hay comentarios:

Publicar un comentario