miércoles, 16 de febrero de 2011

RESPIRAR

Respirar hondo. Abrir la boca, inhalar fuerte para luego cerrar la boca y en ese instante dejar libre al remolino de aire que salga por la nariz.
A veces lo hago cuando de verdad me siento encerrado por alguna cuestión meramente laboral, académica, emocional; este último me parece que será el punto de la "respiración" Te respiré por un momento y hasta hace una noche respiraba el olor de tu cabello, de tu cuello, de tus hombros, de tus pechos, de tus muslos.
Respiré entonces nuevamente para adquirir un nuevo aroma, es fácil dejar de respirarte. Respirar hondo. Y continuar con la rutina de la respiración.
CATORCE DE FEBRERO
Respiro la dulzura, un aroma universal. Novios pactando el amor en chocolates y globos en formas de corazón gigante, algunos son mas discretos, pactan su fidelidad amorosa en un ramo de rosas, otros estamos en el hilo del suicidio amoroso, ni globos, ni chocolates, ni rosas. Basta mirarte para explorar el terreno de esa dicha que hacen doblegar hasta al mas fuerte. Nos miramos, y así pasamos discretamente este día de febrero.
UNOS ARETES
Primero respiro, después con cierta maestría asgo tu cabellera negra y dejo al descubierto tu cuello, luego pendo el arete en tu oreja que me regaló una persona querida. Ay, aretes, esos aretes que tan bien funcionaron en el momento de la entrega, gracias a su doble efecto te tengo en mis brazos, te tengo conmigo.

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