viernes, 10 de septiembre de 2010

INGRATA GÜEREJILLA

Ni el color de tu cabello era su color ¿donde, pues, habría yo colgado el broche de oro para lucir? En las raíces de tu cabello se asomaba tercamente el color café. Al verte vino a mí como olas los versos de Amado Nervo "Gratia Plena" Me clavó muy hondo su mirada azul, quedé como en éxtasis, con febril premura síguela, gritaron cuerpo y alma al par
Me hubiera gustado que fueras bizca o en un caso contundente que padecieras ceguera, entonces quizás podría yo sensibilizarme y desempeñar el papel de lazarillo, pero que me hayas trazado una mirada azul artificial eso implica en su totalidad el abandono, derrumbamiento y fuga de mi interés o la ilusión como decía Edmund Burke “El pueblo no renuncia nunca a sus libertades sino bajo el engaño de una ilusión” quizás no hubieras sido mi pueblo, pero si un rato mi insignificante cielo azul.

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